El Camino Viejo de Santiago (o Camino de la Montaña) es una ancestral y olvidada ruta jacobea.

Camino de Santiago_RP

 El camino está hoy en día en fase de recuperación y son poquísimos los peregrinos que lo han recorrido. Se conoce actualmente, por la investigación jacobea, un vasto conjunto de viejas  calzadas secundarias romanas y medievales que a pie de la vertiente sur de la Cordillera Cantábrica la recorren longitudinalmente, desde Pamplona hasta Villafranca del Bierzo, que resurge hoy en día como si entráramos en un túnel del tiempo, metiéndonos en la mentalidad del hombre medieval.Foto San pedro Zarriquete

Ruta de peregrinación jacobea que atraviesa las comunidades autónomas de Navarra, País Vasco, Cantabria y Castilla y León. Abarca unos 500 km desde su nacimiento, en Pamplona, hasta las localidades de Ponferrada y Villafranca del Bierzo, donde enlaza con el Camino Francés.

Al igual que otros trazados, el Viejo Camino de Santiago se vio desplazado por el Camino Francés, impulsado desde la edad media por los monjes cistercienses venidos de Francia. Se trata esta de una ruta en estudio, considerada anterior incluso al trazado Francés expuesto en el Codex Calixtinus (s. XII). Prueba de ello es la Historia Silense, escrita veinte años que la obra culmen de las peregrinaciones jacobeas. En esta obra, donde se glorifica el linaje de Alfonso VI, se menciona que “los reyes desviaron el camino de los peregrinos más hacia el sur, por miedo a los musulmanes, ya que antes iban por Álava y las Asturias”.

Este fragmento es el principal argumento esgrimido por los teóricos que defienden la existencia anterior de este itinerario, entre los que destaca José Fernández Arenas,

Arenas es autor, además, del libro El Viejo Camino de Santiago (2006), obra que pretende hacer un rescate de esta ruta olvidada. Otros estudios historiográficos, así como la existencia de iglesias y ermitas, y hospitales de peregrinos documentados durante el medioevo, ayudan a esclarecer los restos de lo que hasta ahora se considera un camino hipotético.RUTA ROMANA 8.jpg

El itinerario discurriría por valles escondidos y a salvo de las emboscadas de la morisca. A esta vía accedían tanto los caminantes que cruzaban los Pirineos como los que arribaban a los principales puertos dispersos por la Cornisa Cantábrica. A través de una red de caminos podían desplazarse desde la costa hasta el Camino Francés.

Actualmente la hospitalidad tan solo es ofertada en aquellas localidades que se encuentran en un cruce de vías, es decir, aquellas por las que pasa alguno de los ramales que unen el litoral cantábrico con el Camino Francés. Así, mientras en las urbes de Pamplona,  y Ponferrada, e incluso en los pequeños enclaves de Cistierna y Villafranca del Bierzo, el peregrino cuenta con albergue, otros parajes carecen de lugar de acogida. La señalización está todavía en fase de reconocimiento y recuperación por parte de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Vizcaya.

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