¿El ‘Camino Olvidado’? Por Enkarterri

Amantes del Camino de Santiago quieren poner en valor la ruta jacobea que pasa por Enkarterri.

RUTA ROMANA 8.jpgProbablemente, fue la primera ruta que cruzó Europa para llegar a Santiago de Compostela ante los restos del apóstol. Sin embargo, la popularización de otros itinerarios ha desplazado el que se conoció como Camino de la Montaña hasta tal punto que también se le llama el Camino Olvidado. La Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Bizkaia se ha propuesto ahora revitalizar este trazado, que discurre por varios municipios encartados, y, para ello, planea constituir una asociación con el fin de poner en valor su atractivo histórico y patrimonial.

«Según recogemos en los estatutos, entre nuestras misiones se encuentra la de estudiar y promover las diferentes rutas seguidas por los peregrinos a través de nuestro territorio. Además, están convencidos de que «el Camino de Santiago será una herramienta útil que contribuirá a revitalizar la economía de los pueblos que figuran en él», destaca el vicepresidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Bizkaia, Adolfo de Miguel, que ha investigado a fondo el origen y evolución de las etapas más desconocidas de la ruta Jacobea.

Por eso, «un grupo de simpatizantes estamos trabajando en la recuperación de un verdadero camino, que además, de ofrecer sus históricos datos, muestre también los restos que se conservan de calzadas, puentes, dólmenes, ermitas, iglesias y mucho arte, sobre todo, Románico», resume De Miguel, que ha investigado a fondo el origen y evolución de las etapas más desconocidas de la ruta Jacobea.

Siga las flechas amarillas Conchas en edificios representativos, algunas señales y flechas amarillas pintadas en piedra indican a los peregrinos la dirección a seguir: desde Bilbao por Alonsotegi, Güeñes, Zalla y Balmaseda, «donde entronca con la vía Flaviobriga-Juliobriga-Pisoraca, que partía de Castro Urdiales, por la que también llegaban peregrinos procedentes de ese puerto o Portugalete». En la villa, una estatua de San Roque peregrino con su perro en la ermita de Kolitza, dos esculturas de forja en la plaza San Juan y un mural en el kiosco de la plaza San Severino recuerdan la unión con la ruta a lo largo de los siglos.

Dejando atrás Enkarterri, el camino se adentra en el valle de Mena y los paisajes de Palencia y León para enlazar con los devotos que habían iniciado su andadura en Roncesvalles a la altura de El Bierzo, retomando los senderos a Compostela más transitados. En verano de 2012 concluyeron las labores de señalización que se llevaron a cabo con la colaboración desinteresada de gente que, como la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Bizkaia, vela por una ruta que «hasta el siglo XII fue seguramente la más importante de cuantas conducían a Santiago, pero perdió relevancia en favor del Camino Francés a raíz de la publicación del Código Calixtino «.

Cuando las peregrinaciones para venerar los restos del apóstol se generalizaron desde el siglo IX el Camino de la Montaña trazado aprovechando viejas calzadas romanas y otras vías ganó adeptos frente a los itinerarios de la costa y la meseta, entre otros factores, por su relativa seguridad frente a posibles ataques y las condiciones más favorables del terreno.

Tal y como cuenta la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Bizkaia en las investigaciones que ha desarrollado, el éxito de Compostela y otros centros religiosos de la época, como Santo Toribio de Liébana, se tradujo en prosperidad en aquellos lugares por los que transitaba. En concreto, por el valle de Mena se repartían hasta 16 monasterios.

Vestigios peregrinos El patrimonio de Enkarterri también creció al abrigo del atractivo que ejercía Santiago de Compostela. «Quedaron en iglesias y ermitas topónimos tan jacobeos como San Martín de Tours -patrón de los peregrinos-, La Guía, San Roque, La Magdalena o San Severino», enumera el experto Jacinto Prada. Una concentración monumental que puede digerirse en dos etapas por suelo encartado. Ya desde la primera, de 18 kilómetros, que separa Bilbao de Güeñes, los peregrinos encontrarán innumerables referencias al camino, empezando por la estatua de Santiago y la cruz de los caballeros pintada en algunos bancos de la ermita de San Antolín, situada en Alonsotegi.

Por la ribera del río Kadagua, la ruta continúa hasta Sodupe y Güeñes, cuya iglesia sorprende a los visitantes por su majestuosidad y dimensiones. Construido a lo largo del siglo XVI, el templo de Santa María aúna los estilos gótico y renacentista y destaca por su retablo y la riqueza de su mobiliario.

Allí empieza la segunda etapa del Camino de Santiago de la Montaña que discurre por Enkarterri y finaliza en Nava de Ordunte tras recorrer 19 kilómetros. Atendiendo las indicaciones que se pueden leer desde la plaza Euskadi, no hay riesgo de perderse en el trayecto a Zalla, la siguiente parada. La iglesia parroquial de San Miguel Arcángel y la ermita de San Pedro Zarikete están señaladas en rojo en el cuaderno de bitácora. A la pequeña ermita, que fue erigida en el siglo XVI, acudían antaño personas de todos los rincones con el único propósito de desembrujarse de los malos espíritus. En dirección a Balmaseda se atraviesa el conjunto monumental de La Mella, por la antigua carretera real, en el barrio de La Herrera.

La villa es la última estación de Enkarterri en el itinerario que la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Bizkaia trata de recuperar. Aunque la iglesia de San Severino (siglo XV) y el Ayuntamiento con su pórtico que recuerda a una mezquita acaparan la atención en ese primer contacto, para la asociación merece la pena destacar también «los restos de la calzada y de la antigua ermita que, a su vez, fue leprosería en el barrio de La Magdalena».

Las ya clásicas flechas y señales que el colectivo se ha encargado de realzar desvelan el camino por la calle Pío Bermejillo, un lugar clave en el pasado jacobeo de Balmaseda, ya que «un edificio de reciente construcción con vieja portada de arco apuntado fue en su día hospital de peregrinos». En la plaza San Juan dos tallas de forja frente al museo de historia local rinden homenaje a Compostela y señalan una bonita perspectiva del Puente Viejo, que también cruza la ruta.

El Camino Olvidado se aleja de Balmaseda hacia el valle de Mena pasando por la que fuera fábrica de Boinas La Encartada, convertida en museo. La Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Bizkaia confía en que el surgimiento de una nueva agrupación centrada en rescatar la memoria jacobea de Enkarterri surta el efecto contrario: acercar la comarca al legado de los primeros peregrinos que se aventuraron en estas tierras hace miles de años. Las personas que deseen responder a la llamada solo tiene que contactar con el colectivo.

Fuente: Deia

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *