Etapa del Camino Olvidado Cistiner a Boñar

Un cartel en la orilla izquierda nos recuerda que estamos siguiendo también la ruta Vadiniense.

Cruzando el puente y girando a la izquierda aun se ven junto al rio unas ruinas que pertenecieron al Santuario y Hospital de San Bernabé y Sta. Catalina, donde encontraban acomodo los peregrinos que se dirigían a Santiago o a Liebana.

Seguiremos por carretera, pero atentos ya que a unos 400 metros. dejaremos la ruta Vadiniense, incorporándonos a la ruta de bicicletas de montaña, un viejo camino que de forma ascendente y por entre robles nos conducirá a Yugueros, su Iglesia parroquial dedicada a El Salvador conserva partes románicas y un magnifico retablo Plateresco. En este pueblo esta confirmada la existencia de un asentamiento romano, se cree que de los primeros tiempos de la invasión, o sea cuando las guerras cántabras.

Pasamos junto a la ermita de San Roque al dirigirnos a la Ercina, su iglesia está bajo la advocación de Ntra. Señora y su cura párroco nos mostrará con mucho gusto el museo etnográfico con que cuenta el pueblo, también tenemos aquí un albergue en la antigua estación, mas dos bares y una casa de turismo rural denominada El Nogal de la Ercina.

Ya en el pueblo frente al puente de la vía es preciso girar a la izquierda por la Avenida General, hasta el monolito, siguiendo por la derecha, Fuente del Obispo, siguiendo hasta el final, donde hay una fuente y una pequeña granja. tras un recodo, por la derecha, iniciamos el collado que nos llevara hasta el antiguo Camino de León, siguiendo hasta la campa de donde nace la collada de Acisa por la que descenderemos.

Pasaremos ante la ermita de San Hipolito y después por la izquierda, bajaremos hasta la fuente de Acisa de las Arrimadas, girando a la izquierda para salir del pueblo. Poco antes de las ultimas casas giraremos a la izquierda para seguir  por el Camino Viejo de la Iglesia, la cual está dedicada a Sta. Marina, compartiendo su patronazgo con Barrillos de las Arrimadas, este templo conserva partes románicas y también lo es su pila bautismal, alguna concha y dos cruces esculpidas en sus piedras pertenecientes a las ordenes de los Caballeros de Santiago y de los Templarios, confirman su vinculación con estas instituciones dedicadas a la protección de los peregrinos santiaguistas, así lo afirmaba en 1863 D. Pedro de Alba en su libro Historia de la Montaña de Boñar.

En la comarca de Las Arrimadas y en especial en Acisa son famosas sus peras asaderas, a las que dedican un día, en 2011 fue el  16 de Octubre.

Seguimos el camino hasta toparnos de nuevo con la carretera a la entrada de Barrillos que nos recibe jacobeamente con un sencillo monumento. Enseguida giraremos a la izquierda por una calle ancha donde  la fuente, está un poco empinada y por ella llegaremos al Santuario de la Virgen de los Remedios, que es lugar de peregrinación mariana.

Por la trasera de la iglesia seguiremos el Cordel de la Varga, paso de los rebaños trashumantes, por el cual salimos del pueblo, antes de esto y ya en la ultima casa una pulidisima concha invita a nuestra mano a un saludo de despedida, para después y cruzando la carretera, seguir el Camino de los Rocines hacia la Devesa de Boñar, donde la Virgen del Rosario preside su iglesia románica, cuenta también el pueblo con una vieja torre que le dicen La Colegiata.

Salimos del núcleo urbano y enfilamos la Calle Real hacia la Losilla.

Aquí se encuentra el balneario de San Adrian, cuyas cálidas aguas han sido usadas como sanadoras desde tiempos inmemoriales y donde también existió un monasterio dedicado a S. Adrian y Sta. Natalia, los cuales fueron un matrimonio relacionado con las primeras peregrinaciones jacobeas, su iglesia fue consagrada en el año 920 de lo cual da fe una placa antaño colocada en la actual , que sigue bajo la advocación de ambos esposos.

Caminamos por la fértil vega regada por las aguas del Rio Porma, siguiendo el aquí llamado Camino Rocinero que discurre paralelo a las vías del ferrocarril de FEVE. Pasamos junto a la ermita de S. Roque, para entrar en Boñar por la Avenida de Madrid y de la Constitución.

Alfonso X El Sabio mando reconstruir el hospital para pobres y peregrinos además del puente por cuyo paso se pagaba pontazgo el cual servía para el mantenimiento del citado hospital.

Boñar es un pueblo viejo, parece ser que ya los romanos estuvieron por aquí, pues una placa colocada en la fuente termal de La Calda, así lo testifica.

El patrón del pueblo es S. Pedro, en su iglesia destaca el Maragato tocando la campana, está situada en la plaza del Negrillón junto al tronco así llamado que corresponde al esqueleto petrificado de un viejo olmo, completa la estampa del lugar una bonita fuente con dos caños.

Los embutidos y las cecinas son famosos en Boñar y sobre todo los Nicanores (pero estos son dulces).

Para llevarnos una imagen total del pueblo además de recorrer las calles y sus bares de tapas es imprescindible antes de la partida hacer una visita al viejo puente de siete ojos, está aguas arriba del Porma, a 1 Km. aproximadamente y cerca de la fuente de La Calda.

Los ciclistas pueden seguir el mismo recorrido.